Educar en la modernidad líquida

Resumen

Ya resulta un lugar común el afirmar, ante la velocidad y profundidad con que hoy se producen los cambios en los ámbitos más diversos, que vivimos un “Cambio de Época” más que una “Época de cambios”. Es verdad que, en la historia humana, siempre ha habido cambios. La novedad consiste en la rapidez e intensidad de dichos cambios. Si las generaciones anteriores nacían y vivían en un mundo de certezas y valores absolutos en el que los cambios eran a un ritmo tan lento que podían asimilarlos con naturalidad, hoy sentimos que el vértigo de los cambios recientes nos asoma a un mundo desconocido, misterioso, extremadamente complejo y que, en consecuencia, se hunden bajo nuestros pies muchas viejas certezas y seguridades.